29 de julio de 2013

DEJAD QUE LAS NIÑAS SE ACERQUEN A MI


Hoy la tierra y los cielos me sonríen;
hoy llega al fondo de mi alma el sol;
hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!


Todas mis profesoras de Lengua y Literatura habrían estado muy orgullosas de haber recordado a Bécquer  espontáneamente en mi día a día. Todas salvo una, una que odiaba a Bécquer con todo su ser y decía que ese señor era un cursi y un pringao. Pretendería inculcar gusanillo por la literatura y la poesía pero con esas frases que se marcaba no sé si salieron muchos aficionados siquiera a la lectura.

Sin embargo, ya lo veis, aquí servidora tiene sus recursos poéticos, aunque sean de primaria. Es lo que tiene tener en casa a una profesora de Lengua y literatura de guardia: mi santa madre. Pero volviendo a Bécquer, ¿Qué? ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo con esta rima que os he puesto? Pues os diré que fue lo primero que se me vino a la cabeza cuando el mismísimo Holden Caulfield me respondió a un tweet que le había escrito. ¡Qué suerte la mía! ¡El guardián entre el centeno sabía que existía!


A todo aquel que no sepa de quién le hablo, mirada fulminante nada más empezar. No sé cómo no conocéis aun el manual del buen vividor, qué vergüenza. Anda, anda, os voy a explicar quién es Mr. Caulfield:

Mi queridísimo Guardián entre el Centeno, también conocido como Holden Caulfield, es un oasis de cordura dentro del universo de blog de pirados diciendo palabras ridículas que no sé cómo no les dan calambres en los dedos al escribirlas. Me refiero a términos que dejan ahí plasmados para toda la eternidad digital como: Boho-chic, Mix&Match, coolhunter, trendsetter, classy, glam y demás patochadas que ya una hasta se ha acostumbrado a leer pero, si tenéis lo que hay que tener, probad a decir un término de esos en una tienda y en alto, a ver quién es la guapa a la que no le da la risa. Y sé de lo que hablo.

Hace un mes, mis amigas y yo pasamos una jornada de compras por Madrid –gran ciudad, gente de de mundo- intentando decir “esta blusa es muy boho-chic, te pega un montón” y en todas y cada una de las tiendas en las que lo intentábamos nos descojonábamos de la risa. Tal cual. Decirlo más fino es imposible con la carcajada que nos salía cada vez que aparecía el palabro “Boho-Chic” en escena. El reto era decirlo haciéndonos las serias en conversación con alguna dependienta, a ver si nos seguía el rollo, pero no fuimos capaces de llevarlo a cabo. No pasamos del “¿Y esto es boho-chijijijijiji…?” Así que el reto sigue en pie. Algún día lo conseguiremos.

Volviendo a Mr. Caulfield, el Guardián es un amable caballero que escribe un blog para la revista Elle y es imposible no enamorarse perdidamente de él después de leer varias entradas. Esto es así. Pero bueno, también os diré que tenerse a sí mismo con una foto de Cary Grant ayuda bastante al enamoramiento.Y es que Cary Grant es mucho Cary Grant.
 

Leer a Holden supone un rayo de esperanza para aquellos que amamos la buena educación, los buenos modales y las cosas bien hechas. Y por qué no decirlo, también para los que miramos al pasado con añoranza, porque leer al Guardián es leer a un galán hollywoodiense que ha caído mágicamente en Madrid en 2013, es el chico de la peli que te vigila con sus catalejos en La ventana indiscreta, o el que te da una vuelta en Vespa en Vacaciones en Roma, o el que corre escapando de un avión en Con la muerte en los talones, o el que te mira embobado cantar “Moonriver” apostada en tu ventana con un ukelele en Desayuno con Diamantes.
 


Quizás lo de Moonriver habría que practicarlo un poco.

Pero lo importante es él. Él, el chico de las pelis de amor y lujo que me rechiflan tanto, y que escribe sobre ellas como las chicas de las pelis de amor y lujo que adoro. ¿Os imagináis a alguien que os haga sentir así?

¡Que me encanta el chico este! Me encanta tanto que tengo a mis pobres amiguitas mareadas con él. Que si mira cómo escribe, mira lo que dice, que si me parece maravilloso comprobar que sigue habiendo gente así en el mundo, y después tengo especialmente abrasada a una amiga soltera residente en Madrid. Le digo:

-Mira, míralo qué encantador es. Y está en Madrid, y por la época bodas de amigos que está viviendo está en nuestra aguja de edad. ¡Tienes que buscarte uno así!

-Sí, bueno. ¡Como si fuera tan fácil!

-No, si eso ya sé que no, que está la cosa muy mala. Pero este es de los buenos, buenos, de los que merecen la pena, y está en Madrid, y tú también estás en Madrid. Igual te lo cruzas algún día y todo. ¡Qué suerte!

-Bueno, ¿Y cómo dices que es éste?

-el Guardián entre el Centeno, o Holden Caulfield, que tiene “El manual del buen vividor”

-¿Y qué cuenta tiene en Twitter?


-Bueno, pues ya le voy a seguir. Por Twitter, ¿Eh? Seguirle por Madrid mejor no, que va a quedar un poco como raro.

Mis amigas, que están tan locas como yo.

Total, todo este rollo para deciros que tenéis que leerle y enamoraros. Aquí su blog de amor y lujo. Os va a encantar.

 Y cuando empecéis a leerlo ya no vais a poder parar, porque como dice Mónica Naranjo

Amor y lujo
Cuerpos de gloria
Grandes historias
Queremos más, queremos más

 

Os habéis quedado pasmados con esto ¿Eh? En mi defensa diré que yo no conocía esta canción pero la enseñaron porque lo de decir “Amor y lujo” es muy mío.



Nota a pie de post: Hoy la entrada es más corta de lo habitual, pero tiene su por qué. Os subo el post desde mi teléfono con el pandero pegado a mi pareo en una paradisíaca cala recóndita. Bailarina comprometida con su público, pero sin hacer largas entradas.

En compensación, os dejo los escritos del Guardián, que son ostensiblemente mejores que los míos. Creo que salimos ganando todos. Ah, y si osáis dirigiros a él directamente, sabed que al guardián se le trata de usted, que es como hay que dirigirse a la gente de bien que no se conoce.