Hoy la tierra y los
cielos me sonríen;
hoy llega al fondo de mi alma el sol;
hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!
hoy llega al fondo de mi alma el sol;
hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!
Todas mis profesoras de Lengua y Literatura habrían
estado muy orgullosas de haber recordado a Bécquer espontáneamente en mi día a día. Todas salvo una,
una que odiaba a Bécquer con todo su ser y decía que ese señor era un cursi y
un pringao. Pretendería inculcar gusanillo
por la literatura y la poesía pero con esas frases que se marcaba no sé si
salieron muchos aficionados siquiera a la lectura.
Sin embargo, ya lo veis, aquí servidora tiene sus
recursos poéticos, aunque sean de primaria. Es lo que tiene tener en casa a una
profesora de Lengua y literatura de guardia: mi santa madre. Pero volviendo a
Bécquer, ¿Qué? ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo con esta rima que os he puesto?
Pues os diré que fue lo primero que se me vino a la cabeza cuando el mismísimo
Holden Caulfield me respondió a un tweet que le había escrito. ¡Qué suerte la
mía! ¡El guardián entre el centeno sabía que existía!
A todo aquel que no sepa de quién le hablo, mirada
fulminante nada más empezar. No sé cómo no conocéis aun el manual del buen vividor,
qué vergüenza. Anda, anda, os voy a explicar quién es Mr. Caulfield:
Mi queridísimo Guardián entre el Centeno, también
conocido como Holden Caulfield, es un oasis de cordura dentro del universo de
blog de pirados diciendo palabras ridículas que no sé cómo no les dan calambres
en los dedos al escribirlas. Me refiero a términos que dejan ahí plasmados para
toda la eternidad digital como: Boho-chic,
Mix&Match, coolhunter, trendsetter, classy, glam y demás patochadas que
ya una hasta se ha acostumbrado a leer pero, si tenéis lo que hay que tener,
probad a decir un término de esos en una tienda y en alto, a ver quién es la
guapa a la que no le da la risa. Y sé de lo que hablo.
Hace un mes, mis amigas y yo pasamos una jornada de
compras por Madrid –gran ciudad, gente de de mundo- intentando decir “esta
blusa es muy boho-chic, te pega un
montón” y en todas y cada una de las tiendas en las que lo intentábamos nos
descojonábamos de la risa. Tal cual. Decirlo más fino es imposible con la
carcajada que nos salía cada vez que aparecía el palabro “Boho-Chic” en escena. El reto era decirlo haciéndonos las serias en
conversación con alguna dependienta, a ver si nos seguía el rollo, pero no
fuimos capaces de llevarlo a cabo. No pasamos del “¿Y esto es boho-chijijijijiji…?”
Así que el reto sigue en pie. Algún día lo conseguiremos.
Volviendo a Mr. Caulfield, el Guardián es un amable
caballero que escribe un blog para la revista Elle y es imposible no enamorarse
perdidamente de él después de leer varias entradas. Esto es así. Pero bueno, también
os diré que tenerse a sí mismo con una foto de Cary Grant ayuda bastante al
enamoramiento.Y es que Cary Grant es mucho Cary Grant.
Leer a Holden supone un rayo de esperanza para
aquellos que amamos la buena educación, los buenos modales y las cosas bien
hechas. Y por qué no decirlo, también para los que miramos al pasado con
añoranza, porque leer al Guardián es leer a un galán hollywoodiense que ha
caído mágicamente en Madrid en 2013, es el chico de la peli que te vigila con
sus catalejos en La ventana indiscreta, o el que te da una vuelta en Vespa en
Vacaciones en Roma, o el que corre escapando de un avión en Con la muerte en
los talones, o el que te mira embobado cantar “Moonriver” apostada en tu
ventana con un ukelele en Desayuno con Diamantes.
Quizás lo de Moonriver habría que practicarlo un
poco.
Pero lo importante es él. Él, el chico de las pelis
de amor y lujo que me rechiflan tanto, y que escribe sobre ellas como las
chicas de las pelis de amor y lujo que adoro. ¿Os imagináis a alguien que os
haga sentir así?
¡Que me encanta el chico este! Me encanta tanto que
tengo a mis pobres amiguitas mareadas con él. Que si mira cómo escribe, mira lo
que dice, que si me parece maravilloso comprobar que sigue habiendo gente así
en el mundo, y después tengo especialmente abrasada a una amiga soltera
residente en Madrid. Le digo:
-Mira, míralo qué encantador es. Y está en Madrid, y
por la época bodas de amigos que está viviendo está en nuestra aguja de edad.
¡Tienes que buscarte uno así!
-Sí, bueno. ¡Como si fuera tan fácil!
-No, si eso ya sé que no, que está la cosa muy mala.
Pero este es de los buenos, buenos, de los que merecen la pena, y está en
Madrid, y tú también estás en Madrid. Igual te lo cruzas algún día y todo. ¡Qué
suerte!
-Bueno, ¿Y cómo dices que es éste?
-el Guardián entre el Centeno, o Holden Caulfield,
que tiene “El manual del buen vividor”
-¿Y qué cuenta tiene en Twitter?
-Bueno, pues ya le voy a seguir. Por Twitter, ¿Eh? Seguirle
por Madrid mejor no, que va a quedar un poco como raro.
Mis amigas, que están tan locas como yo.
Total, todo este rollo para deciros que tenéis que
leerle y enamoraros. Aquí su blog de amor y lujo. Os va a encantar.
Y cuando
empecéis a leerlo ya no vais a poder parar, porque como dice Mónica Naranjo
Amor y
lujo
Cuerpos de gloria
Grandes historias
Queremos más, queremos más
Cuerpos de gloria
Grandes historias
Queremos más, queremos más
Os habéis quedado pasmados con esto ¿Eh? En mi
defensa diré que yo no conocía esta canción pero la enseñaron porque lo de
decir “Amor y lujo” es muy mío.
Nota a pie de post: Hoy la entrada es más corta de
lo habitual, pero tiene su por qué. Os subo el post desde mi teléfono con el
pandero pegado a mi pareo en una paradisíaca cala recóndita. Bailarina
comprometida con su público, pero sin hacer largas entradas.
En compensación, os dejo los escritos del Guardián,
que son ostensiblemente mejores que los míos. Creo que salimos ganando todos. Ah,
y si osáis dirigiros a él directamente, sabed que al guardián se le trata de
usted, que es como hay que dirigirse a la gente de bien que no se conoce.